Wednesday, May 30, 2007

De Foucault, de Radio Rochela, de la Soberanía Infame y de Venezuela



A continuación copio un extracto del libro Los Anormales de Michael Foucault. En próximas entregas descubriré el vínculo entre su escrito y nuestra realidad. Si el lector es constante podrá encontrar las respuestas por sí solo.

"El terror ubuesco, la soberanía grotesca o, en otros términos más austeros, la maximización de los efectos de poder a partir de la descalificación a partir de la descalificación de quien los produce: esto, creo, no es un accidente en la historia del poder, no es una avería de la mecánica. (...) El poder político, al menos en ciertas sociedades y, en todo caso, en la nuestra, puede darse y se dio, efectivamente, la posibilidad de hacer transmitir sus efectos, mucho más, de encontrar el origen de sus efectos, en un lugar que es manifiesta, explícita, voluntariamente descalificado por lo odioso, lo infame o lo ridículo. Después de todo, esa mecánica grotesca del poder, o ese engranaje de lo grotesco en la mecánica del poder, es muy antiguo en las estructuras, en el funcionamiento político de nuestras sociedades. Hay ejemplos patentes en la historia romana, esencialmente en la del Imperio, en que esta descalificación casi teatral del punto de origen, del punto de encuentro de todos los efectos de poder en la persona del emperador, fue precisamente una manera, si no exactamente de gobernar, sí al menos de dominar; la descalificación que hace que quien es el poseedor de las majestas, de ese plus de poder con respecto a cualquier poder existente, sea al mismo tiempo, en su persona, en su personaje, en su realidad física, en su ropa, su gesto, su cuerpo, su sexualidad, su manera de ser, un personaje infame, grotesco, ridículo. De Nerón a Heliogábalo, el funcionamiento, el engranaje del poder grotesco, de la soberanía infame, se puso perpetuamente en acción en el funcionamiento del Imperio Romano.

El grotesco es uno de los procedimientos esenciales de la soberanía arbitraria. Pero como sabrán, también es un procedimiento inherente a la burocracia aplicada. El hecho de que la maquinaria administrativa, con sus efectos de poder insoslayables, pase por el funcionario mediocre, unútil, imbécil, pelicular, ridiculo, raído, pobre, impotente, todo eso, fue uno de los rasgos esenciales de las burocracias occidentales desde el siglo XIX. EL grotesco administrativo no fue simplemente la especie de percepción visionaria de la administración que pudieron tener Balzac, Dostoievski, Courteline o Kafka. Es en efecto una posibilidad que se atribuyó realmente a la burocracia. "Ubú rechoncho de cuero" pertenece al funcionamiento de la administración moderna, como corresponde al funcionamiento del poder imperial en Roma estar en manos de un histrión loco. Y lo que digo del Imperio ROmano, lo que digo de la burocracia moderna. podría decirse de muchas otras formas mecánicas de poder, en el nazismo o el facismo. El grotesco de alguien como Mussolini estaba absolutamente inscripto en la mecánica del poder. Éste se atribuía la imagen de tener su origen en alguien que estaba teatralmente "disfrazado", modelado como un payaso, como un bufón.

Me parece que desde la soberanía infame hasta la autoridad ridícula, están todos los grados de lo que podría llamarse la indignidad del poder(...) los etnólogos (...) señalaron con claridad el fenómeno por el cual aquel a quien se da un poder es ridiculizado o puesto en la abyección, o bien mostrado bajo una luz desfavorable, a través de cierto número de ritos y ceremonias. ¿Se trata, en las sociedades arcaicas o primitivas, de un ritual para limitar los efectos del poder? Tal vez.

Pero yo diría que, si realmente reencontramos esos rituales en nuestras sociedades, tienen una función muy distinta. AL mostrar explícitamente el poder como abyecto, infame, ubuesco o simplemente ridículo, no se trata, creo, de limitar sus efectos y descoronar mágicamente a quien recibe la corona.

Me parece que, al contrario, se trata de manifestar de manera patente la inevitabilidad del poder, la imposibilidad de eludirlo, que puede funcionar precisamente en todo su rigor y en el límite externo de su racionalidad violenta, aun cuando esté en manos de alguien que resulta efectivamente descalificado.

Ese problema de la infamia de la soberanía, del soberano descalificado, es después de todo el problema de Shakespeare; toda la serie de tragedia de los reyes plantea precisamente ese problema, sin que nunca, me parece, se haya teorizado la infamia del soberano.

Pero, una vez más, en nuestra sociedad, desde Nerón (que acaso sea la primera gran figura iniciadora del soberano infame) hasta el hombrecito de manos temblorosas que, en el fondo de su búnker, coronado por cuarenta millones de muertos, no exigía sino dos cosas: que todo lo que había encima de él fuera destruido y le llevaran tortas de chocolate hasta reventar, tenemos todo un enorme funcionamiento del soberano infame."

FOUCAULT, M (2000). Los anormales. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. págs. 25-27.

* UBUESCO: El adjetivo "ubuesco" se introdujo en 1922, a partir de la obra de A. Jarry, Ubu Roi, París, 1896. (...) Dícese de lo que, por su carácter grotesco, absurdo o caricaturesco, recuerda al personaje de Ubu.

Monday, May 28, 2007

Llamado de conciencia a los periodistas


Los periodistas juegan un rol importante en momentos donde la sociedad venezolana se cuestiona por un lado, y defiende por el otro derechos fundamentales. Hacemos un reconocimiento a los continuos llamados a la manifestación pacífica que se realiza tanto en los canales privados y estatales, de radio y televisión, y en boca principalmente de los comunicadores sociales.

Sin embargo en momentos como el actual, llamados a la manifestación pacífica no son suficiente para garantizar un uso responsable de las herramientas del periodismo. Hacemos un llamado de conciencia para que se desista en las prácticas que discriminan, polarizan, estigmatizan, descalifican, consideran como inferiores, ignorantes o alienados, a los sectores sociales que son adversos a la identidad política del periodista que ejerce.

También hacemos un llamado para que no se utilicen las informaciones de manera manipulada para enfatizar aspectos negativos de los grupos en protesta o en movilización social, que son contrarios a la identidad política del periodista que ejerce. Los periodistas por la Ley de Ejercicio del Periodismo y por el Código de Ética del Periodista están obligados a no discriminar a la hora de hacer ejercicio de su profesión, cuando un periodista además trabaja en un medio estatal, es además un funcionario público, y por ende está doblemente imposibilitado para segregar a cualquier persona o grupo social.

El manejo de la información con intenciones, prácticas y efectos discriminatorios son responsabilidad de los periodistas que incurren en estas desviaciones y por ende ellos no pueden atribuirlas o justificarlas por una causa superior o por orden de jefes y supervisores. Queremos evidenciar que existe un ámbito de responsabilidad individual y colectiva

Por último hacemos un llamado a procesar cuidadosamente los rumores, los reporteros en esta coyuntura deben chequear con distintas fuentes las informaciones que puedan ser alarmantes y corroborar su autenticidad.


Fírmalo y pásalo

Víctor Hugo Febres J.
Laura C. Weffer C.