Wednesday, September 3, 2008

Vladimir Villegas es censurado y excluido de Canal i


Ayer tarde en la noche en el espacio de los Runrunes de Nelson Bocaranda se dijo que el programa CONTRAPES, de Idania Chirinos y Vladimir Villegas había salido del aire. Por tratarse de un espacio explícito de rumores me di el beneficio de la duda de creer la información, más no me aguanté y llamé al mismo Vladimir Villegas para confirmar la información .

El colega Villegas efectivamente confirmó la información, su programa con Idania Chirinos, llamado CONTRAPESO no será transmitido más por Canal i, planta televisora dirigida por la también periodista Mari Pili Hernández. Vladimir expresó "no es por Idania sino es por mi". Fue una llamada breve para expresar solidaridad con el periodista, conversación que terminó rápido con la promesa de reunirnos para conocer la situación a profundidad.

Al día siguiente Jesús Francesci declaró a El Universal que la salida del aire del espacio respondía a una reestructuración interna de Canal i y que CONTRAPESO volvería al aire en fecha próxima.  En esa misma nota Vladimir Villegas afirmó que no sabía de ningún plan para el regreso y que por el contrario sólo se le había informado de la salida del aire. En su opinión Villegas afirmó la rrestructuración era innecesaria pues el programa contaba con buenos números.  

Este evento me ha hecho reflexionar sobre el "daño" que sufren las posturas radicales de la revolución bolivariana, con el surgimiento del sectores y personas que aún identificándose mantienen una actitud crítica. Creo que es correcto promover y estimular un bolivarianismo más moderado sin con ello se garantiza una convivencia democrática para la resolución de los problemas de Venezuela. Las líneas duras del chavismo se están resintiendo y por lo tanto necesitan reafirmarse. La reconstrucción y desarrollo de un nuevo país debe incluir a los bolivarianos, una vez que se cumpla el ciclo del actual liderazgo.

Pero creo que más allá de Villegas, lo que realmente debilita las versiones radicales de la izquierda o de la derecha son las promesas de convivencia democrática que es posible ante la diversidad de visiones del mundo. La amistad y el afecto que permitieron crear y mantener el programa de Idania Chirinos y de Vladimir Villegas, estimuló la rareza de un espacio de opinión con la sifuciente cordialidad, confianza y seguridad para lograr in diálogo con importantes elementos de sinceridad, la más de las veces, entre personas de todos los lados.

Más que desánimo la historia breve de CONTRAPESO es un estímulo para impulsar más y nuevos espacios no sólo en los medios sino en la dinámica cotidiana de los sectores sociales. En cualquier lugar del país donde un revolucionario y un opositor pueden crear puentes, trabajar juntos para la resolución de los problemas, se cifra lo mejor de los venezolanos. Allí se insinúa el código genético de una Gran Venezuela, un punto de inicio para una mejor sociedad.

El punto que falta por abordar es lamentable: ver periodistas que botan periodistas por discriminación política. Será más difícil para Mari Pili Hernández argumentar la plena existencia de libertad de expresión en nuestro país, como lo hizo antes y después del cierre de RCTV en mayo-junio del 2007.

Libertad de expresión no quiere decir que ahorita yo pueda decir algo, sino que en el futuro el espacio donde me expreso sea preservado, no existan ni siquiera amenazas, donde no se pasen facturas con acciones retaliativas. Aquí a todos los venezolanos nos falta mucho que aprender en general.

Víctor Hugo Febres J.

Convivencia democrática para trascender los conflictos sociales y priorizar las acciones frente los problemas



Incluir al chavismo

El gran desafío actual de Venezuela es trascender la polarización. No aquella, la versión inmediata del asunto, aunque también esté implicada: del esfuerzo por reconstruir las relaciones, sanar las heridas y auspiciar un proceso de reconciliación.

El cuadro general de la cosa es más complicado. Se requiere de una identidad política trans - ideológica, articulada desde la diversidad que mejore las opciones actuales de "Chavismo" y "Antichavismo". Lo estéril de esta confrontación va llevando cada día más al entero convencimiento de que ninguna de estas dos identidades, va o puede a resolver los problemas de esta sociedad.

La esencia del desafío consiste en superar la polarización como modelo de organización social y político, como pauta de toma de decisiones, dinámica permanente destrucción de la convivencia democrática, clave de generación de símbolos y de sensibilidades. Aunque habría que definir como uno de los elementos de la estética de nuestra polarización venezolana, la insensibilidad.

Si realmente se hubieran aprendido las lecciones de este tiempo, no tendría lugar la estrechez política reciente, del secretario general de Acción Democrática, Ramos Allup, de negar toda posibilidad a articularse con algún posible candidato de PODEMOS, o con cualquier persona que haya sido chavista en el pasado inmediato. Al expresarse y practicarse esta pauta se está reproduciendo el esquema de polarización y se le están restando posibilidades de articulación a los factores políticos de este tiempo, autodenominados de oposición o bolivarianos.

La materia no es sencilla pues supone anteponerse a fobias y prejuicios, vivencias pasadas con fuertes impresiones emocionales. Recuerdo una reunión del desaparecido grupo "Los del Medio", donde se discutía con quien sí o con quién no reunirse. Una amiga periodista no disimulaba su repugnancia al plantearse la hipótesis de un encuentro con un acción democratista.

Mi posición fue que las alergias de este tipo no debería ser la lógica que determinara la decisión de sentarse o no con alguien. El principio debía ser el de sentarse con todos, incluso con los adecos, porque en un nivel de comprensión Venezuela es tanto eso, como lo es la identidad bolivariana. En términos más sencillos si toca reconstruir esta sociedad venezolana y eso supone el aporte de los adecos o de los chavistas, no hay que excluir, porque en como dicen en Amigos Invisibles "esto es lo que hay".

No basta preservar el espacio de la convivencia democrática si imposibilita los cambios que requiere la sociedad venezolana. Pretender que las cosas vuelvan o se mantengan como en el pasado significa ubicarse en el conservadurismo.

Desde la convivencia democrática se debe propiciar un fortalecimiento de los mecanismos para la resolución pacífica de conflictos y la atención de los problemas. Desde la convivencia democrática se deben priorizar acciones ante los problemas, más que proyectos, planes y promesas.

Gobernar desde el autogobierno de la sociedad civil, siendo esta la vanguardia que arrastre al resto de los sectores de la sociedad venezolana incluido el estado. Problemas como la inseguridad y la pobreza escapan de las manos de este y cualquier gobierno y de las posibilidades reales del presente Estado venezolano.

Víctor Hugo Febres J.